Just walk

Mi placer de toda la vida es llenar de canciones mis oídos, tomar un par de notas y salir a fotografiar, (No siendo experta ni nada) cuando tengo tiempo libre camino la vida.

Hace años me di cuenta que una de las mejores formas de disfrutar el camino urbano, es observar. Sobre graffitis, la ciudad está plagada de muros que conversan, gritan, invitan a detenerse y admirarlos. Llenos de colores, formas, dimensiones, cada uno en su propio estilo, algunos tan interminables que no puedes dejar de verlos, otros en formatos pequeños que parecen  desaparecer corriendo, unos transgresores, y algún otro por ahí rebelde. Cada uno termina contándote relatos del diseño, incluso del artista, la vida simple y el fondo que te transmite “la piel de gallina”.

“Uno de los pasatiempos más placenteros y al alcance del bolsillo, sólo caminar”.

Siempre tuve una curiosidad infinita por saber ¿quién es lo hizo? ¿cuál es su historia?  Cuál es el proceso que siguen y los tiempos de acecho para tomar estos espacios y convertirlos en vida. Entonces decidí comenzar a investigar un poco más sobre quienes protagonizan estas paredes que hablan y  cómo logran invadir el camino con arte para los zombies que transitan a diario y alguno que otro como yo que se vuelve adicto a los colores.

“Si no disfrutas de estos pequeños placeres, ¿qué esperas? observar murales es lo más simple y aún tenemos la gracia de disfrutarlos gratis, en todos los barrios de la ciudad”.

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